Considerado uno de los más grandes compositores croatas del siglo XX el también director de orquesta, Boris Papandopulo era descendiente de la distinguida familia de artistas, Strozzi. Hijo de Maja Strozzi-Pečić, una renombrada soprano, y de un noble ruso de ascendencia griega, Konstantin Papandopulo.
Estudió composición en la Academia de Música de Zagreb con Blagoje Bersa, y en 1925 – por recomendación de Igor Stravinsky – comenzó a estudiar dirección en Viena, donde tomó clases con el eminente director y compositor Dirk Fock, uniéndose luego a su clase en el Conservatorio de Nueva Viena.
Comenzó su carrera como compositor con una notable interpretación de la Cantata Slavoslovije (Laudamus), en Viena, y continuó su labor como compositor y director de orquesta en Zagreb. En 1935 se mudó a Split, donde se convirtió en profesor en la Escuela de Música de la ciudad, y director de coro de la Sociedad de Canto Zvonimir.
Tres años después regresó a Zagreb, donde una vez más se hizo cargo de la Sociedad de Canto Croata Kolo, fue director de la Ópera del Teatro Nacional de Croacia, al tiempo que dirigió la Orquesta Sinfónica de la Radio y Televisión de Croacia y escribió Misa croata y Sinfonietta para orquesta de cuerdas.
Después de la Segunda Guerra Mundial, trabajó como director en los teatros de ópera de Zagreb, Split, Rijeka y Sarajevo, mientras participaba en otras áreas. Fue invitado habitual en el Teatro Komedija de Zagreb y en la Ópera de El Cairo. En 1965, se convirtió en miembro de la actual Academia de Ciencias y Artes de Croacia y también colaboró con la Orquesta Filarmónica de Zagreb.
Boris Papandopulo compuso la ópera cómica Amphitryon en tres actos y seis escenas, en Split (1936), utilizando el libreto escrito por Mijo Štimac y Enrico Golisciani sobre la base de Molière. Cuatro años después de su creación, el 17 de febrero de 1940, la obra se estrenó en el Teatro Nacional Croata de Zagreb, dirigida por Tito Strozzi.
Considerada perdida por mucho tiempo, la partitura se encontró a principios del siglo XXI, y en 2011 se presentó la Suite de la ópera en el transcurso de la temporada de conciertos de la Orquesta Filarmónica de Zagreb. El musicólogo Davor Merkaš menciona que un extracto de piano de la obra estaba oculto en el legado de nada menos que el legendario director de orquesta austriaco Karl Böhm, en Viena.
La Obertura ha sido parte del programa de conciertos de la Orquesta Filarmónica de Zagreb desde la década de 1950, publicándose en 2001 una grabación en directo, bajo la dirección del propio Papandopulo, como parte de una velada del compositor celebrada el 24 de noviembre de 1986, con motivo de su 80° cumpleaños. En 2009, la misma orquesta realizó una actuación especial en un festival internacional en Ankara, Turquía, donde se interpretó la pieza bajo la dirección del famoso violinista Shlomo Mintz.
La obra es un buen ejemplo del estilo neoclásico de Papandopulo, caracterizada por contornos formales claros, interacción aguda de contrapunto, colores orquestales vívidos y el tratamiento concertante de instrumentos individuales y grupos orquestales.

Disfrutó del estatus de un trotamundos que recorrió muchos lugares con su instrumento: Europa, América Latina y Estados Unidos. Llamado el “Paganini del contrabajo”, fue también director de orquesta y compositor, aunque solo le sobrevivió la música que compuso para su instrumento, destacando el Concierto N° 2 para contrabajo que es parte de este programa, considerado como la obra más exitosa e interpretada de Bottesini.
Se convirtió en un virtuoso del contrabajo por casualidad, pues las únicas becas disponibles para estudiar en el Conservatorio de Milán eran las de fagot o contrabajo. De esta forma, con catorce años y casi de la noche a la mañana, siguió el consejo de su padre y cambió el violín por el contrabajo. Pasó con éxito la audición – con solo unas semanas de preparación – y, cuatro años después, ya graduado, se convirtió en un solista por excelencia.
Los críticos de todo el mundo elogiaron no solo su dominio técnico, sino también su habilidad artística en general, que – señalaban – podía satisfacer incluso a los conocedores más estrictos de la música.
Como director ocupó altos cargos en los teatros de ópera de Londres, París, Palermo, Madrid y Barcelona. Una de sus actuaciones más destacadas fue como el maestro que dirigió el estreno de Aida, de Giuseppe Verdi – quien era buen amigo de Bottesini – celebrada en 1871 en El Cairo.
Como compositor, creó doce óperas, incluyendo Cristóbal Colón, mientras estuvo en La Habana (1846-1847); luego Vinciguerra il bandito (El ladrón de Vinciguerra), que se representó cuarenta veces en París en 1870; y La regina di Nepal (Reina de Nepal), para Turín (1880). También fue autor de once cuartetos de cuerda, canciones, música espiritual y orquestal.
La cercanía con Verdi y el idioma operístico del belcanto, son los elementos que señalan los críticos de su composición más famosa, el Concierto N°2 para contrabajo, del año 1845. También se menciona que esta obra es un logro de plena madurez:
“El Concierto N° 2 para Contrabajo, a veces denominado en la menor o en si menor, por razones complicadas que surgen de las convenciones de afinación pasadas de moda, es una obra completamente madura, desde el primer movimiento bien proporcionado y algo lacónico, pasando por el segundo simplemente cantado, hasta el tercero, impulsado por una figura rítmica propia de la polonesa (y del bolero cubano)”. Jeffrey L. Stokes

1. Adagio. Allegro molto
2. Largo
3. Scherzo: Molto vivace – Poco sostenuto
4. Allegro con fuoco

Antonín Dvořák constituye la figura más reconocida del Nacionalismo musical checo. Nacido en 1841 en Bohemia, entonces perteneciente al Imperio Austrohúngaro, siempre abogó por un lenguaje que diera cuenta del patrimonio musical de su tierra natal, desafiando – como buen nacionalista romántico – los cánones dominantes de la academia musical europea.
Siendo ya un compositor de renombre, en 1891 se le ofrece la dirección del Conservatorio Nacional de Nueva York. La directora de aquella institución, la millonaria filántropa Jeanette Thurber, esperaba acrecentar el prestigio de la misma mediante la contratación de uno de los compositores más renombrados de Europa. También esperaba de Dvořák la tarea de iniciar una tradición musical estadounidense. Para estos fines, se le ofreció al compositor un contrato por tres años, un salario mayor al que recibía en el Conservatorio de Praga, cuatro meses de vacaciones y la oportunidad de estrenar su música con la orquesta de la institución. Sin embargo, finalizando el tercer año en Estados Unidos la nostalgia por su patria sería mayor, por lo que termina renunciando al puesto.
La Sinfonía nº9 “Znového svéta” (“Del Nuevo Mundo”) en mi menor op. 95, fue una de las composiciones realizadas por Dvořák en su período en Estados Unidos. Como buen compositor nacionalista, Dvořák se sintió motivado por buscar rasgos de ‘autenticidad’ en la cultura musical estadounidense. Interesado en la música indígena y afroamericana de dicha nación, llegó a manifestar que dichas tradiciones debían constituir el “fundamento de una escuela seria y original de composición a desarrollar en los Estados Unidos. Estos hermosos y variados temas son producto de la tierra. Son las canciones folclóricas de América y los compositores americanos deben recurrir a ellas”.
Con respecto a esta idea y su injerencia en la Sinfonía del Nuevo Mundo, un día previo al estreno de la obra, Dvořák explicaría en un artículo publicado en el New York Herald – por entonces un periódico de gran circulación e influencia en dicha ciudad- el 15 de diciembre de 1893 cómo la música nativa americana había sido una influencia en esta sinfonía:
En realidad, no he utilizado ninguna de las melodías de los nativos americanos. Simplemente he escrito temas originales que incorporan las peculiaridades de la música indígena y usando estos temas como sujetos, los he desarrollado con todos los recursos del ritmo, el contrapunto y el color orquestal modernos.
Escrita en 1893 y estrenada el mismo año en el Carnegie Hall con la Orquesta Filarmónica de Nueva York dirigida por Anton Seidl, la obra fue de inmediato un éxito, convirtiéndose no sólo en la obra más popular del compositor, sino también en una de las más programadas en diversas temporadas. Por otra parte, la música de la misma, ha sido utilizada también en videojuegos, publicidad y cine. Juan Poveda V.

Virtuoso contrabajista que se graduó y obtuvo su maestría en la Academia de Música de Zagreb, bajo la guía del profesor Josip Novosel. Además, se perfeccionó en la Academia de Música Hanns Eisler en Berlín con el profesor Stefan Adelmann. También asistió a las clases magistrales dictadas por Fernando Grillo, Bozo Paradzik y Slawomir Grenda.
Niksa Bobetko ha tocado como solista con la Orquesta Filarmónica de Zagreb, la Orquesta Sinfónica de la Radio-televisión de Croacia, Solistas de Zagreb, Orquesta Sinfónica de Ragusa, Orquesta de Cámara de Zadar, así como también con la Orquesta de Vientos de las Fuerzas Armadas de Croacia. Asimismo, ha actuado como solista en numerosos recitales, tanto en Croacia como el extranjero.
Participa activamente en la creación e interpretación de música de cámara, grabando un álbum con el chelista Mihovil Karuza.
Desde 1997, hace clases en la Academia de Música de Zagreb, donde comenzó como asistente, llegando a ser profesor asociado en 2011.
Miembro de Ensamble Cantus, Niksa Bobetko integra la Orquesta Filarmónica de Zagreb desde 1995, con un intervalo, para luego convertirse en el contrabajo solista, en 2009.

Reconocido por su impecable y elegante técnica, riguroso dominio de complejas partituras e interpretaciones extraordinariamente sensibles y evocativas.
Debutó el año 2016 con la Orquesta Filarmónica de Varsovia, después de haberse graduado en la Escuela de Música Frédéric Chopin, con el maestro Antoni Wit. Fue director asistente de Jacek Kaspszyk en la Orquesta Filarmónica de Varsovia (2017-2018, siendo becado por el Ministerio de Cultura y Patrimonio Nacional), y ha sido solicitado por algunas de las mejores orquestas.
Se pueden destacar sus futuras invitaciones de la Orquesta Sinfónica de Liechtenstein, Orquesta Filarmónica Arthur Rubinstein, Filarmónica de Cracovia y la Ópera Nova Bydzoszcz.
Entre sus proyectos más notables se incluye su debut en Japón con la Orquesta del Festival Pacific en Sapporo (con Don Juan de Strauss); una gira por Lituania con la Orquesta Sinfónica de Varsovia (con el Concierto para Orquesta de cuerda de Bacewicz, el Concierto para violín N°2 de Wieniawski y la Sinfonía N°7 de Beethoven); actuaciones con la Orquesta Filarmónica de Varsovia en el Festival Krzysztof Penderecki, con motivo del 85° aniversario del compositor, y el 10° Festival “La Folle Journée” en Varsovia; además de un concierto con la Orquesta Sinfónica Polaca Luventus en el 25° Easter Festival Ludwig van Beethoven. También destacan sus interpretaciones de la Consagración de la primavera de Stravinsky, el Concierto para violonchelo en La menor con la Orquesta Filarmónica de Zagreb, y sus compromisos con la Orquesta Sinfónica de la Radio Nacional de Polonia, Orquesta de la Academia Beethoven, Sinfonietta de Cracovia y Orquesta de la Radio Polaca, entre otras.
En 2015 hizo su debut en la ópera (con Orphee de Puzybylski y la Orquesta de Cámara de Varsovia), continuando con una cooperación con el Gran Teatro Nacional de la Ópera en Varsovia, donde colaboró con las producciones La Clemenza di Tito y La flauta mágica de Mozart, Nabucco de Verdi y una presentación del ballet La Tempestad. Con la Ópera Real de Polonia ha liderado hasta ahora exitosas presentaciones de El barbero de Sevilla de Rossini, La noche de Fígaro de Mozart, Cosi fan tutte, La finta giardiniera y las interpretaciones de The Hounted Manor, de Moniouszko.
Algunos de sus logros incluyen su participación en la Academia de la Ópera Italiana Riccardo Munti, en las clases magistrales de la Royal Concertgebouw Orchestra, dictadas por Daniele Gatti, seminario de dirección orquestal en Tanglewood; su trabajo con la Orquesta Sinfónica de Boston y el Tercer Premio y Premio de la Audiencia en el Concurso del Primer Festival Internacional de dirección orquestal en Hong Kong (2018). También trabajó con Zbigniew Preisner, grabando música para las películas “En el Valle de Sombras”, “Lian Qu 1980” y “Man of God”.
Dawid dicta clases en la Academia de Música de la Universidad Frédéric Chopin en Varsovia, donde obtuvo recientemente su Doctorado en Artes, con mención en Dirección Orquestal.